29 de mayo de 2015

Decisiones

Cuando tomamos con Cecy la decisión de irnos a vivir a la costa, no fue pensando en dejar todo por una vida relajada y lejos de Santiago. Dejar todo tampoco significaba dejar a nuestros hijos mayores olvidados, lo que en estos tiempos ya es un imposible con todos los medios que existen para comunicarnos, Si implicó el tomar decisiones drásticas, las que lógicamente no fueron comprendidas por algunos, aunque creo firmemente en que las decisiones que uno toma, están fuertemente ligadas a las experiencias  que la vida, tanto en lo personal como en lo profesional nos va deparando.
En estos casi tres meses, estamos más juntos que nunca con Cecy en esta cruzada, en la que sólo Martín nos ha acompañado y quién ha sido la alegría de nuestro hogar. De él pensamos que le iba a costar mucho adaptarse a estos cambios, pero él ha sabido ganar su espacio tanto en el colegio como en el día a día en casa.

Irnos significo dejar atrás trabajo, familia, amigos y 8 años de convivencia en un mismo lugar. Creo que algunos jamás van a poder comprender que razones nos llevaron a tomar esta determinación, ya que para esos mismos es mucho más fácil el hacer su vida sólo pensando en ellos mismos y sin ver más allá de sus propios ojos. Conformistas y consumistas, pero es su decisión y yo la respeto.

Nuestra partida fue difícil, y muchos han visto con otros ojos lo que no tiene otra explicación que el querer tener una mejor calidad de vida y el no vivir con una angustia permanente por el mañana.
He sentido el dedo apuntando mi cara, y lo lamento tan profundamente que por lo mismo he guardado silencio y más temprano que tarde llegara el tiempo de poder hablar de esto y aclarar, pero ya no será lo mismo.  El sentir perder lo que creí ganado tras 23 años no se compara con nada.

Cecilia ha sido mi pilar y mi cable a tierra acá. Martín mi compañero de paseos y juegos y ambos son mi norte en este minuto. Tomas está haciendo su vida y armando su futuro, Hablamos seguido y lo extraño mucho, su alegría y su abrazo me hacen falta. María Paz siempre está, y entiendo sus tiempos. Con tres niñitas y el Mane, y conociendo a mi hija la cosa no le debe estar siendo muy fácil, pero ahí esta y eso se valora. Mane es una buena persona y se ve que la ama. A mi compadre chico Matías lo extraño mucho...sus rabietas y caras de enojo no se ven por estos lados. A la Cristy, que me concentia con sushis....nadie jamas la conocerá mas que yo, que sin ser su padre biológico también la cargue amorosamente del minuto que la conocí al igual que a la Pazita. Dios quiso que esas niñitas estuvieran en mi vida
Aunque solo estamos a dos horas y media de Santiago, pareciera que fueran 3 días cuando no se cuenta con los medios para viajar en forma permanente a verlos. Me gustaría un almuerzo familiar como los de antes, pero sé que a estas alturas es casi pensar en un imposible.
No ha sido difícil el establecernos, pero si el encontrar trabajo, y aunque nos hayamos venido como lo deseábamos, los extrañamos mucho y en nuestros corazones están mas cerca que nunca



No hay comentarios.: